• El beneficio se sitúa en 112 millones, un 12,5% superior al del 2018.
  • Los recursos de clientes se incrementan hasta alcanzar los 49.714 millones de euros, un 11% por encima de la cifra del ejercicio anterior.
  • La inversión crediticia bruta es de 6.059 millones de euros, un 2,5% superior a la del 2018.
  • La plaza mantiene una elevada solvencia con una ratio CET1 (phase-in) del 16,98% y un ROE del 7,76%, superior a la media de los bancos europeos.

La banca andorrana cierra el 2019 registrando una mejora de los indicadores principales, tales como el beneficio, el volumen de recursos gestionados, la inversión crediticia, la rentabilidad y la ratio de solvencia. Estas cifras constituyen un adelanto del cierre oficial a 31 de diciembre de 2019, a la espera de que sean revisadas por los auditores y aprobadas por los órganos de cada entidad.

El conjunto de bancos andorranos: Andbank, BancSabadell d’Andorra, Crèdit Andorrà, MoraBanc y Vall Banc han alcanzado, a 31 de diciembre de 2019, una cifra total de 49.714 millones de euros de recursos gestionados, lo cual supone un incremento del 11% respecto al 2018. Es, además, una cifra que se ha duplicado en la última década (véase el gráfico).

Asimismo, la banca andorrana ha experimentado un crecimiento importante de los beneficios agregados, con un incremento del 12,5% respecto a la cifra del ejercicio anterior, hasta alcanzar los 112 millones de euros. A pesar de la coyuntura económica de tipos de interés bajos y la adaptación continuada a la normativa bancaria internacional, que ha supuesto, entre otras, mayores exigencias de provisiones y fuertes inversiones tecnológicas, los bancos andorranos han conseguido transformar su negocio y recuperar la senda de beneficios crecientes.

La directora general de Andorran Banking, Esther Puigcercós, destaca que, en este avance de resultados de la banca andorrana, «el sector en Andorra ha conseguido volver de forma consolidada a unos beneficios crecientes contando con balances reforzados y rentables».

La inversión crediticia bruta se ha incrementado hasta los 6.059 millones de euros, un 2,5% más que en 2018, un aspecto que denota el crecimiento de la demanda tanto por parte de clientes como de empresas.

Durante el 2019, todos los bancos de la plaza han mantenido sus ratings internacionales, lo que demuestra la confianza de las agencias en el sector gracias al mantenimiento de unos fundamentos sólidos.

Otro dato importante que da fe de la sostenibilidad y confianza en el sector bancario andorrano es la rentabilidad financiera (ROE), que se sitúa en un 7,76%, por encima de la media de los bancos europeos (6,60% según datos del BCE del 3.º trimestre del 2019).

La ratio de solvencia CET1 (phase-in) es del 16,98% a 31 de diciembre del 2019, superior a la del ejercicio anterior, que fue del 16,30%, y por encima asimismo de la media de los bancos europeos, que se sitúa en el 14,37%  según datos del Banco Central Europeo (BCE) del 3.º trimestre del 2019. El 2019 será el primer ejercicio en que las entidades presenten su ratio de solvencia según los criterios europeos de Basilea III, tras la entrada en vigor, en enero del 2019, de la Ley de solvencia, liquidez y supervisión prudencial de entidades bancarias y empresas de inversión.

Esther Puigcercós valora que «en tanto que plaza, contamos con pilares sólidos para hacer frente al futuro: la experiencia de nuestros equipos profesionales, una economía doméstica en crecimiento, un mercado internacional que presenta oportunidades, una alta solvencia y solidez, y una transformación digital y normativa homologada».